lunes, 13 de agosto de 2007

...los grupos de casitas se separan por el capricho de la montaña

Día siete


Hoy el frío casi pasó desapercibido. Al despertar nos fuimos a Yuvinani (Una traducción, no tan exacta de este nombre es “barranca olvidada”) a encuestar. Ahí sí que hay gente agresiva. Había unos señores ya muy tomados que comenzarona tirar balazos a eso de las 4:00pm; por suerte eran al aire y ya habíamos terminado el censo. La comunidad está más grande y los grupos de casitas se separan por el capricho de la montaña, por que sólo las barrancas impiden que la gente construya casi improvisadas sus viviendas. Luego nos organizaron un caldito de pollo con los muslos y piernas más grandes que yo he visto ¡y un sazón, mmm!

Cuando ya habíamos terminado visitamos una poza, por su puesto, de agua helada y me pude bañar. Fue increíble, conocí el otro lado del cerro desde la “barranca olvidada” Es algo diferente. Ves la inmensidad pero desde abajo.

Le hablé a mi madre a las 8:00pm, pero no estaba. Tenía muchas cosas que contarle, que si no fuera por que he estado haciendo tanto, conociendo, viviendo y viendo vivir; la extrañaría mucho.

Realmente espero que los dichos sean falsos y que la gente de aquí encuentre la felicidad en la paz, forzada por alguna mediocridad. No soy alguien para juzgarles, pero ver un río lleno de desechos, en una comunidad que ni drenaje tiene, me deprime. No por la falta de drenaje; sino por que eso quiere decir que han tenido la grandiosa idea de ocupar sus aguas como basureros en los que pueden llegar a tirar toneladas de basura que bien podría ser separada, reciclada o qué se yo. Comprendo un poco más aquel sentimiento de “si no necesito qué busco” y recuerdo aquella frase que, al ver pancartas del EZLN en barranca olvidada, me vino a la mente de aquel gran pacifista apasionado: “podría no estar de acuerdo con lo que piensas, pero defendería con mi vida el derecho que tienes a expresarlo”. Lo creo realmente y creo que al mover un dedo para demostrar un camino alternativo podriamos lograr conciencia en esas manos que tiran plástico y dirigen desagües a aguas limpias. “nadie sabe lo que tiene...”


Los ríos de vida se escurren
Y en sus faldas reverdece mi alma
Se escapa por mis ojos
Mis ganas de volar regresan
.......................
Mi vida desaparece en su árido vientre
Mi boca se seca en su manantial
Mis ojos se cierran en su ocaso
Mis alas se queman con la oscuridad
Mi vida se evapora en la noche
Por que no puedo ver a mi madre de noche

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